En este artículo quiero compartir un tip personal que me ayuda a combatir la despersonalización y desrealización (DPDR), especialmente desde el ámbito sensorial.

¿En qué consiste esta técnica sensorial?

Se trata de utilizar fragancias fuertes, como los típicos ambientadores o tarros aromáticos que solemos tener en casa o en el coche. Estos olores intensos captan por completo el sentido del olfato y nos ayudan a reconectar con la realidad.

Cuando la mente entra en un estado de desequilibrio perceptivo o disociación, un olor potente puede funcionar como una señal clara de “presencia” para el cerebro. Es una forma sencilla pero efectiva de romper momentáneamente la sensación de irrealidad y recuperar el contacto con el aquí y ahora.

Por qué funciona

El sentido del olfato está directamente conectado con las áreas del cerebro responsables de la memoria emocional y la conciencia corporal, lo que hace que los estímulos olfativos sean herramientas poderosas para quienes sufren de trastornos disociativos.